Bodegas mendocinas: dos opciones imperdibles que tenés que visitar si vas a Mendoza

Tanto la bodega Alfa Cruz como Agostino son dos de las mejores de la provincia del buen sol y del buen vino. Descubrí sus encantos en esta nota

Mendoza siempre es una de las mejores opciones para viajar, conocer y disfrutar. La provincia, una de las más visitadas de la Argentina, les ofrece, año tras año, todos sus encantos a los visitantes. Entre uno de los más destacados se encuentran sus bodegas. Famosas por su calidad y sus exquisitos sabores, ellas combinan lo mejor de lo mejor en una oferta que se vuelve verdaderamente irresistible. En esta oportunidad, vamos a recomendarte dos que nos fascinaron: la Alfa Cruz y la bodega Agostino

Comenzando por Agostino, esta opción “se inauguró en 2005 con los espectaculares Andes como telón de fondo. En ella se puede encontrar una cava de barricas, así como un restaurante, salas de degustación y una galería de arte que se utiliza para eventos y experiencias enológicas”. En ella encontramos sabores realmente increíbles.

Otro tip importante a destacar el restaurante de la Bodega Agostino. En él se realiza “un homenaje a la comida Argentino-Italiana inspirada por nuestra huerta orgánica y los mejores productos mendocinos”. Quienes lo conozcan, además podrán realizar la visita guiada a la bodega.

Para tener una idea precisa de qué es lo que puede disfrutarse en la bodega es importante acudir a las declaraciones de Mariana Encina, la responsable de turismo del lugar, quien afirma: “En Agostino, tenemos una gran variedad de uvas, de varietales y dos Terroir tan distintos entre ellos, que es Barrancas y Valle de Uco – está en la parte del Cepillo, esa finca se llama Finca La Serafina, donde a través de 17 varietales de uvas podemos llegar a tener diversos estilos de vinos ”.

Por otra parte se encuentra la destacada Bodega Alfa Cruz. Ésta combina arquitectura, cultura, arte y contemplación y les ofrece un encuentro inolvidable entre el vino y el paisaje a sus visitantes .

Un detalle interesante de este lugar lo aporta su fundador José Spisso, que ya cuando lo diseñaba, decía “quiero una bodega que llegues y digas: de esto no me olvido”.

Entre los sectores más destacados de la bodega vale la pena mencionar:

  • Una mini bodega con tanques a escala de los grandes que están abajo, que sirve para experimentar con volúmenes proporcionales a los de los tanques principales.
  • La oficina del enólogo, con vista a las tapas de los tanques pudiendo desde allí controlar todos los procesos; y una la sala de degustación
  • El laboratorio, lugar que, probablemente, tiene la mejor vista de todos los de la provincia