La magia del norte cordobés
La región norte de la provincia presenta su encanto distintivo que se refleja en los senderos trazados por la historia, en la hospitalidad de sus pobladores y en sus paisajes naturales y leyendas
La diversidad de paisajes: bosques autóctonos, ríos y arroyos, palmas, cerros y salinas, permite el recorrido de diferentes circuitos cordobeses que combinan naturaleza y cultura.
El entorno es ideal para realizar prácticas de ecoturismo, cabalgatas, trekking, mountain bike, paseos guiados y un sinnúmero de actividades recreativas al aire libre.
A lo largo del territorio se ubican dos de las áreas naturales más importantes de la provincia: el “Refugio de Vida Silvestre Monte de las Barrancas y Reserva de Uso Múltiple Salinas Grandes” y la “Reserva Cultural Natural Cerro Colorado”, que constituye uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del país.
Esta formación montañosa, erosionada por el viento y el agua, fue poblándose de aleros y cuevas que utilizaron los pueblos originarios comechingones para plasmar la historia de su comunidad, a través de pinturas rupestres.
En el Norte de Córdoba se concentran siglos de cultura, materializados en pueblos y ciudades, donde la tradición religiosa y artesanal mantienen la esencia criolla.
En estos poblados, los visitantes pueden disfrutar de productos regionales típicos como cuero, cestería, cerámica y madera; además tienen la oportunidad de degustar la gastronomía tradicional y disfrutar de la música folclórica.
El Camino Real del norte cordobés y la Estancia Jesuítica Santa Catalina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, son dos atractivos icónicos de esta zona.
El entorno histórico y natural del Norte enmarca el recorrido de la Ruta del Vino de Córdoba, las bodegas Del Gredal en San Pedro Norte y Jairala Oller en Ischilin complementan este recorrido con vinos que expresan su terruño.